jueves, 13 de febrero de 2020

GOBERNUIT


Si me aceptaron como Secretaria, tomaré el mantra: “A donde fueres haz lo que vieres”. Enterada de los ascensos en dichos empleos, aparecí con una camisa sin corpiño, que llegaba hasta debajo del ombligo, unos pantaloncitos a medio muslo, mi cara parecía de estuco y yeso, tenía botox en la boca, que me pesaba y ojos enormes con pestañas postizas que invitaban a manejar papeles y algo más. El Jefe era un ñoqui remozado a Director, alto, con trajes ingleses, corbatas italianas, zapatos Heil Timberland. Los ojos cambiaban de color todos los días, tenía una docena de lentes de contacto, comprados en Francia. Su pelo equivalía a una estatua renacentista. Con voz grave, profunda: —Srta Olga Cienpuedes, su primera tarea será la distribución de estos escritos, en cada sitio de la Cámara de Diputeados.
   Como no miraba mis ojos, le apoyé las tetas en los escritos que me entregó. Se me salió una, pero la empujó con el codo, como espantando un insecto. Después de recorrer pasillos, con olor a serpentario, abrí una puerta de dos hojas, comprobé que eran tres horas después, donde debería comenzar la Sesión. Sólo se encontraba una Diputada gorda y linda, como son las gordas. Ojos achinados y sonrisa de ida y vuelta: —Dame los escritos que yo los reparto, igual no creo que venga nadie.
   Siguió trabajando con su compu Night & Day. 
   —¿Vos sos Secretaria del Dictador Mevoyporatrás?
   Ignoraba el apellido del maniquí vivant.
   —Te adelanto que yo conozco vida, obra y corruptela de todos estos ladrones ignorantes. No guardes la esperanza que con culo teta y botox, vas a conseguir ascensos. Cuando note que sus compañeros te miren mucho, te echa.
   No entendí la causa de su advertencia y se lo hice saber.
   —Mirá querida, el apellido lo delata, Mevoyporatrás, no le gustan las mujeres y es reputo, por eso lo reeligen. Es como Debido, roba todo y es tan puto que prefiere estar preso para que le rompan el culo a diario. 

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