Pasó por la
puerta de la Facultad y siguió de largo, ahora es Abogado. Por cuatro chirolas
y seis pasadas por la puerta, recibió el título.
Diferentes Carreras
expandieron aspirantes como hormiguero derruido. Filas de Km para Medicina, recibirse
en dos meses y jurar para Hipócritas.
Ciencias
Económicas, insoluble, Periodismo para nadie, Literatura sin libro,
Conservatorios desafinados. Valentín y Chufo deambulaban recintos donde la ignorancia,
pretendía volver de algo que no tuvo ida. Se conocieron en el recinto “Periodismo
para nadie”. Tenían cupo completo, todos los ansiosos de no comunicarse, para
lograr ser jefes de sí mismos.
Los bípedos
huían de los bípedos.
—Mucho gusto, Valentín.
—Mucho gusto, Valentín.
Chufo pensó y
dijo la respuesta obvia
—Mucho gusto, Chufo.
—Mucho gusto, Chufo.
Eran
inseparables, fueron segregados por el resto bípedo, los consideraban
singulares e inteligentes. Dos herramientas demodée. Promovieron “El día del
Hombre”, allí sí se prendieron todos, marchaban en bolas y a los gritos, hacia
el Congreso. No llevaron corpiños ni calzoncillos, todos querían lucir esos
pedazos que cuelgan y de los cuales las mujeres carecen y envidian, según
algunos retorcidos.
Valentín y Chufo
fueron líderes del movimiento confuso. Eran tiempos de confusiones virales.
Chufo y Valentín estudiaban juntos, salían juntos y vivían juntos.
Alquilaron
juntos para ahorrar un alquiler. Compraron una cama de dos plazas y empezaron a
dormir juntos, se extrañaban demasiado para permanecer cinco minutos separados.
Según el Psi —Hace años que nos decidimos con un colega y le metimos para
adelante, si eligen esto no se van a arrepentir.
Chufo y Valentín
le dieron por adelante, por atrás…
Salían con
pancartas que decían “Los hombres sin mujeres somos felices” De allí se
desprendió que Chufo y Valentín eran geyshos. Gracias a esa prensa, pudieron
estar a solas con las novias de sus amigos, que tenían una entrega total con
ambos. Los amigos estaban tranquilos, creían que los Geyshos jamás tocarían sus
novias. Chufo decía —Qué gente bruta ¡Por Dios!
Valentín
contestó —Y cornudos…
Los dos lograban que las ahora esposas de sus amigos, se entregaran al desenfreno erógeno.
Chufo dijo —Qué
sociedad, ésta, se modifica día a día. No hay ni lugar para guardar más
cuernos.Los dos lograban que las ahora esposas de sus amigos, se entregaran al desenfreno erógeno.

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