lunes, 13 de marzo de 2017

DIATRIBA


   Pasó por la puerta de la Facultad y siguió de largo, ahora es Abogado. Por cuatro chirolas y seis pasadas por la puerta, recibió el título.
   Diferentes Carreras expandieron aspirantes como hormiguero derruido. Filas de Km para Medicina, recibirse en dos meses y jurar para Hipócritas.
   Ciencias Económicas, insoluble, Periodismo para nadie, Literatura sin libro, Conservatorios desafinados. Valentín y Chufo deambulaban recintos donde la ignorancia, pretendía volver de algo que no tuvo ida. Se conocieron en el recinto “Periodismo para nadie”. Tenían cupo completo, todos los ansiosos de no comunicarse, para lograr ser jefes de sí mismos.
   Los bípedos huían de los bípedos. 
—Mucho gusto, Valentín.
   Chufo pensó y dijo la respuesta obvia 
—Mucho gusto, Chufo.
   Eran inseparables, fueron segregados por el resto bípedo, los consideraban singulares e inteligentes. Dos herramientas demodée. Promovieron “El día del Hombre”, allí sí se prendieron todos, marchaban en bolas y a los gritos, hacia el Congreso. No llevaron corpiños ni calzoncillos, todos querían lucir esos pedazos que cuelgan y de los cuales las mujeres carecen y envidian, según algunos retorcidos.
   Valentín y Chufo fueron líderes del movimiento confuso. Eran tiempos de confusiones virales. Chufo y Valentín estudiaban juntos, salían juntos y vivían juntos.
   Alquilaron juntos para ahorrar un alquiler. Compraron una cama de dos plazas y empezaron a dormir juntos, se extrañaban demasiado para permanecer cinco minutos separados. Según el Psi —Hace años que nos decidimos con un colega y le metimos para adelante, si eligen esto no se van a arrepentir.
   Chufo y Valentín le dieron por adelante, por atrás…
   Salían con pancartas que decían “Los hombres sin mujeres somos felices” De allí se desprendió que Chufo y Valentín eran geyshos. Gracias a esa prensa, pudieron estar a solas con las novias de sus amigos, que tenían una entrega total con ambos. Los amigos estaban tranquilos, creían que los Geyshos jamás tocarían sus novias. Chufo decía —Qué gente bruta ¡Por Dios!
   Valentín contestó —Y cornudos…
   Los dos lograban que las ahora esposas de sus amigos, se entregaran al desenfreno erógeno.
   Chufo dijo —Qué sociedad, ésta, se modifica día a día. No hay ni lugar para guardar más cuernos.
                                                                               

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