—¿Papi, por qué
mataste a Mami?
—No sé hijo, fue
un ataque que me dio, le pedí perdón, pera ya estaba finada.
Entró con paso
largos y seguros, el tipo salió y él lo mató antes del buenas tardes.
—¿Papi por qué
mataste al Sr ese?
—Sos muy chico,
no vas a entender, me puse nervioso, quise pedirle perdón, fue tarde, no
escuchó.
—Me muero de
tristeza. Cuando vos te ibas a trabajar, venía ese Señor y Mamá se ponía
contenta, teníamos diversión asegurada. Cuando venía la hora de la siesta ellos
dormían, Mami decía “Si no querés no duermas, andá a jugar con tus amiguitos,
volvé antes que llegue Papi.”
—No me cuentes
más, ahora entiendo por qué me broté y lo volvería a hacer como el sensato
Barreda.
—En la Escuela
los chicos me contaron que Mamá es puta y vos cornudo. A mí eso no me importa,
es cosa de ustedes, en realidad era. Por suerte fueron felices mientras
vivieron.
—¿Quiénes fueron
felices?
—Mami y el
Señor.
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