miércoles, 7 de junio de 2017

QUEDATE EN EL MOLDE


   Me perdí a mí misma. Ya busqué en la cama y no estoy, en la cocina no me encontré, pasé al living y no pude calzarme las pantuflas porque ando a las perdidas. El baño tenía vapor y el agua lista, iba a aprovechar para bañarme. No pude encontrarme.
   Debo andar mugrienta, quien sabe cuánto tiempo. La última vez que me sucedió, di cuenta a las Autoridades de mi pérdida, me encontraron muerta en el Riachuelo.
   Vino perfecto, crucé a Paraguay y me dieron una cédula de identidad nueva. Mudarme de mí misma fue una fiesta. Duró poco, ahora soy alta y el rodete es tan prolijo que duele. En mi nueva casa, mis manos se enteraron antes que mi cabeza. Soy una persona maniática sin retorno.
   Mis manos ágiles ordenan las cremas de menor a mayor y por color. Tiendo la cama inmensa yo sola, las Señoras que limpian, me la dejaban con dos arrugas. Prefiero hacer todo yo. Los zapatos se ordenaban por color, taco alto, taco bajo y carretel.
   Soy Ministra de Educación y Justicia, para que haya Justicia hay que tener mucho dinero. La Educación, debe tener un solo objetivo, que los niños sean fanáticos de una sola persona. Me sentí importante, pero cuando advertí que tenía custodios armados, me perdí a mí misma. Esta vez no hice cédula. Ni se me cruzó buscarme.
   Estoy sola, perdida. Los autos negros no abandonaron su vieja costumbre. Me siguen…me siguen…me siguen… 
                                                                   

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