martes, 2 de enero de 2018

ME CAGO EL 31 Y EL 1


   Festejen festejen que mañana los cogen que mañana los cogen. Por melifluos arbitrarios, por faltar el respeto a la humanidad, a la naturaleza, Dios los castigará con un champagne en mal estado, como son casi todos los Estados. No alcanzarán las posetas para tanto vómito envenenado.
   Las mujeres de los corruptos serán las amantes de los custodios. Los corruptos también, son todos putos. Los cobardes que tiran cuetes con el dinero del pan dulce de los pobres. Y esos los confundirán con tiros y la guerra tapará la grieta de sangre y mierda, rebalsará la mierda…
   Y el Fin de Año, donde les es conveniente festejar la muerte que mañana les explotará en las manos. El contubernio continuará. Nada cambiará con un día de diferencia. Los Reyes Magos no existen, todos los niños lo saben.
   Igual pedirán en sus cartitas, armas cargadas para matar a sus padres que, en pedo, les pedirán que se acuesten temprano.
   Burgueses viejos y blancos, burgueses nuevos y negros. Defiendan lo imposible, el enemigo habita sus casas y no perdona, el rencor desconoce límites, porque es traidor como sus creadores hijos de puta.
   Quiero despedir el año con todas las groserías que usé este año.
   En el próximo voy a escribir poesías y cuentos que serán puro cuento, sin el uso de las malas palabras, perdón, las buenas palabras, perdón de nuevo, aunque las malas palabras son verdaderas, fueron paridas por los torpes, como el enano que dijo: “Vísteme despacio porque llevo prisa”.
                                                     

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