sábado, 6 de marzo de 2021

PESADO

 

   —Correte para acá, a esta hora no me gusta.-dijo ella.

   —Pero si lo hacemos ahora vamos a disfrutar, poné fuerza de voluntad.-dijo él.

   Ella abrió las piernas y empujó junto con él, que acertó al entrar por ese lado. Hacía mucho tiempo que los dos querían hacerlo. Como pesaba mucho, él se puso abajo y ella arriba. Se escuchaban los sonidos de agotamiento, parecían gemidos.

   Dijo él:

   —Tené cuidado con este que es grande, pero no creo que resista tanto. ¡Pará un poco, mujer! Ni con las manos lo puedo correr.

   Ella se puso de espaldas y los dos llegaron al mismo tiempo.

   Qué placer, cuando vieron la biblioteca del living en el escritorio. Ambos se sentaron para ver cómo quedaba.

   Al día siguiente amanecieron con lumbago.

   —¿Viste lo que nos pasó en la columna?, eso es porque sos un tipo pijotero. Si hubieras contratado personal de mudanzas, nos habría salido más barato, que dos fajas de neo-prene.

No hay comentarios:

Publicar un comentario