viernes, 3 de septiembre de 2021

LOS ATENCIO (Parte VIII)

 

   Conocemos la Micaela agradecida por la resucitación de Atanasio.

   ─Me gustaría que lo hiciéramos en seco.

   Los Padres quedaron anudados entre pensamientos de mal augurio. Esa tarde, Atanasio la dejó. Ella lo lloró y después se le pasó. Por la noche fueron Prudencia, Modesta, Felisberto y el Señor Atencio. No necesitaron abrir la puerta, entraron igual. Anduvieron por toda la casa, eran invisibles, ni una mácula de ceniza.

   ─Mirá cómo tienen esta casa, ocuparon nuestros cuartos.

   ─¡Y qué mal gusto!, son como los yanquis, farabutes y fantocheros.

   ─Vamos a ocupar nuestros lugares y en vez de tomar café, nos fumamos un porro del bueno, nos olvidamos del mundo que fue y será una porquería, (robé unas palabrejas.)

   Se fueron por la mañana y juraron no visitarlos más.

   ─¡Por fin estamos solos!

   ─Aunque no parece, tu Madre es tan buena que nos dejó el freezer lleno de comida.

   Strelitzia tuvo un hijo sola, todos la ayudaron, tejían enteritos, diseñaban camisetas y le hicieron sus primeros borceguíes. Cuando cumplió un año en vez de decir Mamá, decía Puta y al supuesto Padre, Puto.

   Los bebés entienden todo, lo bautizaron: Mendieta, porque nunca se quedaba quieto. La llamaron a Micaela, fue su nodriza, le daba de tomar de su propio pecho y lo inició en el manejo de los cubiertos. Los hombres le preguntaron si podían tomar de sus tetas. Micaela se indignó, pero después se le pasó, les dio de mamar a todos. Micaela comenzó a odiar a Strelitzia.

   (Continuará)   

No hay comentarios:

Publicar un comentario