martes, 18 de abril de 2023

PEGADO CON CHICLE

 

   Yo no tengo la culpa de ser negra mota. Salgo a conseguir un trabajo, pero no encuentro. Más de cuarenta y siendo de color soy rechazada. Los prejuicios que tienen, producen mi perjuicio. Tomé un Subterráneo y miré un papelito pegado a mi zapato, algo sin importancia, lo leí. Era un aviso “Se necesitan personas de color para desfilar vestidos de diseño, la condición es un metro setenta de altura y delgadas.” Tenía la dirección. Conseguí una entrevista donde me recibieron con admiración.

   ─Usted es la mujer indicada, hay otras también, pero vos sos la mejor de todas esas lagartijas. Deberás estar dispuesta a transparencias y escotes descarados, cuando estés indispuesta no podrás desfilar. Se notarían tus ojeras y el mal humor.

   ─A mí se me retiró a los cuarenta, por lo que me decís, no debo preocuparme.

   ─En este lugar te pagarán más que bien. Tendrás la posibilidad de encontrar mujeres adquirentes y hombres ricos con ganas de cojerte. Después de alguna invitación a comer para lucirse y en él mientras tanto las ganas de colarse en tus tetas. Te sentirás con el ego engrosado. Y si las ganas de los dos son coincidentes, para eso están los baños. El ricachón cerrará con llave y en el maletín llevará un colchón inflable.

   Yo no sabía qué decir. Le voy a pedir que me haga de todo, menos en ese lugar prohibido, el culo. Eso sí que no. Es de mi propiedad y lo uso sólo para cagar.  

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