miércoles, 31 de mayo de 2017

MOMENTO PRIVADO


   Escribir un cuento por día y subirlo a las 24 hs, hasta sábados, domingos y fiestas de guardar, encontrar palabras para definir una historia que atrape al supuesto lector, cansa y da placer cuando uno encuentra algo que por fin no es recurrente. Adjetivos que califiquen mucho con nada, al pobre sustantivo. Me gustaría tener un imaginario cosmogónico que viva en mi pequeña cabecita de rata. Mis personajes se enojan de hacer señoras abandonadas, o qué sola es la soledad, traiciones, maldiciones, ternuras, amores, lugares, odios, armonías, cuchillos.
   No me gustan los concursos ni la tonta ambición de ser publicada.  O que algún descerebrado elogie mi trabajo. Le agradezco a dios (aunque sea atea, cuando lo necesito lo invoco) que haya inventado el papel y la birome.
   Hoy me sacaron dos dientes, tengo ocho facturas vencidas, hay treinta goteras, las conté, el jardín me está comiendo la casa.
   Había pensado hacer algún absurdo con Blanca Nieves y los Siete Enanitos.
   Después de la anestesia, da sueño ¿Será eso?
                                                    

No hay comentarios:

Publicar un comentario