—Te voy a contar
Paula, no sé cómo vas a hacer si querés escribir y no encontrás personajes. Hay
una vieja, que en todos sus cuentos y novelas, mata al protagonista o a los
protagonistas. No puede hacer un cuento donde algún personaje no sea acribillado,
acuchillado, suicidado, asfixiado, desangrado, ahorcado por voluntad propia o
ajena.
La Mujer
tanática escribió cientos de miles de cuentos, se le atribuyen millones y ella
recuerda que debieron ser muchos más.
Hubo un momento
donde los escritores no pudieron escribir, porque todos los personajes eran
finados.
—Pero cómo?, Don
Quijote y Sancho Panza, Martín Fierro, el Mío Cid, Pío Baroja y otros, eran
antiquísimos ¿Los mató a todos?
—Tenía un método
infalible, resucitó hasta los personajes de la Biblia y la Toráh, luego de la
resucitación los exterminaba.
Los escritores
se aunaban para que esta vieja se dejara de joder con matar personajes. Era energúmena,
vivía sola. Le mandaron la Gendarmería y la desaparecieron, fue buscada hasta
que casi dejó de salir su foto en los diarios. La encontraron ahogada en una
acequia, con los dedos de la mano derecha, gastados hasta las falanges, había
escrito más de lo que cualquier ser humano, fuera capaz.
—¿Y cómo se
llamaba?
—Nadie está
seguro, pidieron ayuda al Instituto de Nombres Perdidos en Estocolmo, allí
respondieron de inmediato, su nombre era “Luisa Viscocha Maltratada”. Junto al
Informe había una nota: “Se duda de su existencia”. 
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