Ayer no escribí
ningún cuento, dejé tres o cuatro aprovechando la dieta, antes de la pràctica.
No comer, tomar agua, té, caldo de arroz y cuatro medicamentos que me hicieron
conocer el infierno de no levantarme de la poceta, durante cuarenta y ocho horas.
Cada vez que lo intentaba, deposiciones letales me lo impedían. Dormía bien de noche,
no habría resistido un test antidoping. Al despertar inundada de eso, los
sistemas cloacales colapsaban. A las 13 hs, se detuvo, me metieron en una
camilla culebrera y al llegar al ascensor, estaba roto. Tres pisos con dos enfermeros terminando su
jornada de 72 hs.
Ya en la carnicería, me di cuenta por los
azulejos de vidrios verdecitos, viene la enfermera o la enferma, no estaba
claro. Tengo venas huidizas, yo me pregunto cómo hace la sangre, para circular
por dentro. Menos en el ojo, trató de encontrar una vena, habían desaparecido.
Le sugerí una aguja más fina, me dejó media aguja, dentro de una venita sin
salida.
—Te faltan
algunas materias, llamá al Anestesista recibido.
Me escucharon la
voz decidida, “o sos boleta”. Apareció el hombre invisible, se quedó sin laburo
en Estadosunidos y trabaja en ese Sanatorio. Me dio una trompada en el hombro
izquierdo, descubrió una vena gorda, como el dedo pulgar, clavó una aguja
grande, tipo colchonero. Me dormí como una tabla, mi última visión fue cinco
tipos rodeando la camilla, nunca tuve tantos tipos juntos, me pareció piola. La
Enfermera puso una máscara de oxígeno sobre mi nariz y ojalá haya desaparecido,
porque la voy a cagar a piñas. No sé si a piñas, pero que la cago, seguro.
Y dando los trámites por cumplidos, aparece
el operante, Dr Marco Gianola: —En general encontré todo bien, su tracto
intestinal, al igual que su digestivo, se saludan de onda, no se cruzan de
carril, respetan los semáforos. Por lo demás, a su edad, setenta años, no
podemos tener expectativas demasiado promisorias, pero Ud, hágale el aguante.
Siga el ejemplo de Mirtha Legrand, vea cómo se conserva la anciana, hasta
parece saber quién es. Yo la veo todos los días, siempre tiene un nivel superior a los Cursos
de Especialización Gástrica, a los cuales jamás asisto, porque agudizan mi
depresión y resaltan mi ignorancia. Bueno mi querida, vayamos a tejer. Y
cualquier cosita, por favor, no cuente conmigo.

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