viernes, 18 de mayo de 2018

RECULANDO



  Ayer no escribí ningún cuento, dejé tres o cuatro aprovechando la dieta, antes de la pràctica. No comer, tomar agua, té, caldo de arroz y cuatro medicamentos que me hicieron conocer el infierno de no levantarme de la poceta, durante cuarenta y ocho horas. Cada vez que lo intentaba, deposiciones letales me lo impedían. Dormía bien de noche, no habría resistido un test antidoping. Al despertar inundada de eso, los sistemas cloacales colapsaban. A las 13 hs, se detuvo, me metieron en una camilla culebrera y al llegar al ascensor, estaba roto. Tres pisos con dos enfermeros terminando su jornada de 72 hs.
   Ya en la carnicería, me di cuenta por los azulejos de vidrios verdecitos, viene la enfermera o la enferma, no estaba claro. Tengo venas huidizas, yo me pregunto cómo hace la sangre, para circular por dentro. Menos en el ojo, trató de encontrar una vena, habían desaparecido. Le sugerí una aguja más fina, me dejó media aguja, dentro de una venita sin salida.
   —Te faltan algunas materias, llamá al Anestesista recibido.
   Me escucharon la voz decidida, “o sos boleta”. Apareció el hombre invisible, se quedó sin laburo en Estadosunidos y trabaja en ese Sanatorio. Me dio una trompada en el hombro izquierdo, descubrió una vena gorda, como el dedo pulgar, clavó una aguja grande, tipo colchonero. Me dormí como una tabla, mi última visión fue cinco tipos rodeando la camilla, nunca tuve tantos tipos juntos, me pareció piola. La Enfermera puso una máscara de oxígeno sobre mi nariz y ojalá haya desaparecido, porque la voy a cagar a piñas. No sé si a piñas, pero que la cago, seguro.
   Y dando los trámites por cumplidos, aparece el operante, Dr Marco Gianola: —En general encontré todo bien, su tracto intestinal, al igual que su digestivo, se saludan de onda, no se cruzan de carril, respetan los semáforos. Por lo demás, a su edad, setenta años, no podemos tener expectativas demasiado promisorias, pero Ud, hágale el aguante. Siga el ejemplo de Mirtha Legrand, vea cómo se conserva la anciana, hasta parece saber quién es. Yo la veo todos los días,  siempre tiene un nivel superior a los Cursos de Especialización Gástrica, a los cuales jamás asisto, porque agudizan mi depresión y resaltan mi ignorancia. Bueno mi querida, vayamos a tejer. Y cualquier cosita, por favor, no cuente conmigo.

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