viernes, 25 de mayo de 2018

STAND UP



   Mi mejor compañía soy yo. Sé cuándo me miento, cuándo entrego el alma de generoso o me la guardo entera de pijotero. Nadie mejor que yo para elegir dónde voy, sin saber por qué. Dejarme llevar por mí, es siempre cerca de los trópicos y lejos de los Médicos. No siempre estoy conforme, la culpa me instala mal en el universo, detesto a los niños, o pisar un camino de hormigas. Igual me perdono, porque no soporto estar enojado conmigo y después tener que comer juntos, o charlar un pos vino. Mi ausencia de modestia, enorgullece mis conclusiones.
   Qué placer estar acostado en el mar, boca arriba y pensar de mí, conmigo. Nos abrimos caminos sin baches, somos enemigos de los engaños. Son notables nuestras coincidencias, cada día estamos más unidos. Esto último significa que mi mejor compañía, que soy yo, odiemos a Estados Unidos. Cuando levanto fiebre, yo mismo cambio paños fríos y mi compañía controla el termómetro. Mi mejor compañía soy yo y nos enfermamos, me quedan cuatro días, máximo. (No el hijo de la perra, claro.)
   Y llegó el momento, siento como que yo me separo de mí y mi compañía se apresura a buscar otro mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario