Yo nunca te voy
a olvidar, aunque hayas sido un milico y te dieran más ganas que vergüenza,
cuando en el hueco de mi mano dejabas papelitos, rogando que te quiera con
faltas de ortografía. Después el ensayo de un encuentro, programado por vos.
Era un secreto,
donde tus mayores supieran, te esperaban en el Sur, porque para ser bestia
había que tener cara de ángel y mano pesada con otros. Conmigo no. No con golpes,
pero sí con la mirada del odio. Y después te mandaron conmigo, no quisiste
ayuda, vos solito con una picana que soñaba y un beso que decía cosas con
música, tan alta que yo casi no escuchaba. Una voz fuerte te golpeó la puerta: —¿No cantó nada?
Y yo me reí
fuerte y dolorida, olvidaste apagar la picana. El tipo levantó la voz: —Dejala
porque se te va a quedar ¿Y qué le decimos al Negrazo? La quiere viva y que
cante, no jodás, vení a tomar un tinto. Si podés y la mina está despierta, le
hacés el submarino.
Aparecías con
flores escondidas no sé dónde y me pasabas tu mano de seda, como un amante
chino o japonés, pero tirando la cadena a cada rato. Vos me decías que simulara
ahogo y vómitos, yo te obedecía, te tenía confianza. Mis compañeros dejaron mi
memoria.
Cuando me ataste
las manos y los pies, desconfié, te pensé torturador, cerré los ojos y sentí tu
cuerpo acostado sobre el mío, no me cogiste, me hiciste el amor, fue mi primera
vez. Soltaste mis nudos. —Ponete esta ropa.-Dijiste en secreto, un uniforme de
fajina-.
Salimos del
sótano. Pusiste el jeep en marcha. Cruzaste hasta el Bermejito. Yo no podía
detener mis ojos de tus manos, no importaba dónde. Cruzamos a Brasil vestidos
de personas y un Pueblo que esperaba nada, se llamaba “Bon Principio” y había olor
a pan recién horneado. Encontraste una casa de maderas cansadas, la arreglamos
con la premura de uno que son dos. Me embarazaste de tres niños color vos.
Parecía un pueblo medieval, nunca hablaste del pasado, yo nunca te pregunté.
Ahora somos
viejos, fabricamos chocolate y los chicos reparten pan recién horneado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario