viernes, 25 de septiembre de 2020

GENERACIÓN MILENIUM

 

   Tengo que escribir un cuento pero perdí mis ideas. Las busco por todas partes y no las encuentro por ningún lado. ¿Huyeron de mí? ¿Me abandonaron? Tal vez pensaron que me copie a mí misma. Eso no es verdad, las extraño. Son mi única compañía, no me pueden dejar así como así. Mi secreto condena o ya estoy condenada.

   Pobres los cuadernos vacíos y las lapiceras uniball, que tienen el frío de mis dedos congelados. Yo no tengo la culpa. Las voy a buscar en el freezer, en el horno, bajo mi almohada. Sé que en algún lado las voy a encontrar. La Generación Milenium, cambió sus diseños tradicionales, llegué a tener mil lectores, ahora no me permiten saber quiénes son. Redujeron las estadísticas a dos columnas desnudas que parecen disfrutar sus acciones delictivas. No quiero llorar, no les voy a dar ese gusto.

   Son hackers idiotas y tienen olor a analfabetos funcionales. Tengo un excelente olfato para descubrir la maldad gratuita. En el mundo internetiano les importa nada. Como despedida les digo, ¿por qué no se van a la mierda y las remilputas que los remilreparió?

   Pido perdón a Irlanda, Rumania, Armenia, con los que tenía una entrañable correspondencia, porque el amor bien amado es el único verdadero.

   Acá son seres corruptos y traidores, por eso merecen los gobiernos de mierda que tienen.

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