En Tandil
hicieron un monumento, que decía: De rodillas y en la boca. Son muy católicos.
Había tanta pedofilia en el Colegio San José, que todos se recibían con el culo
roto. Lo dijo Claudio Castaño, en nombre de él y todos sus compañeros. Estaba
orgulloso de aquella asociación. Qué dirá el Santo Padre, que vive en Roma, que
les están cogiendo a sus palomas.
Al Intendente
Bolungui, le construyeron un monumento, apoyado en un salame gigante, en honor
a Cagañoli. Qué pecadores son los tandilinos. En una de las puntas más alta de
las sierras, hicieron lo que llamaron “El castillo Morisco”. ¿Qué tiene que ver
España con Tandil? Lo transformaron en restaurante, con comida vencida,
intoxicó mucha gente.
Qué bolacero:
“El Camino Misterioso”, un auto podía subir, apagar el motor y el auto bajaba y
subía solo, idea de unos ricachones, alcoholizados y merqueros.
“El Sendero de
los Peregrinos”, doblaban una sierra y trepaban con dificultades, por un
sendero de tierra. Desde ahí miraban el paisaje y luego descendían. Otros lo
hacían en auto, hay que ser boludo.
Luego nos
encontramos una sierra escalonada, que tiene en la cúspide un Cristo alto, de
cemento y fuera de escuadra. Muchas viejecillas subían de rodillas y cuando
llegaban al Cristo, ponían pañuelitos de colores, para que se cumplieran sus
deseos.
Mi Viejo decía
que en Tandil, no había que mostrar los dientes a nadie, porque seguro te
cagaban.
Destruyen las
sierras construyendo casas, llegando hasta las puntas, no acordes con el
paisaje.
Endogámicos
genéticos. El pueblo de la sonrisa prohibida, lo que antes fue un placer, en el
medio de la pampa lisa, ahora es una desgracia. Hay muchas cosas más, pero a mí
me gustan los cuentos cortos.
Ojalá se fueran
todos, a vivir a Malos Aires. Qué lindo sería este pueblito vacío, sin gente
deplorable.

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