Yo que estoy viva, hablé con mi tía Ema,
muerta antes de cien años.
─Como sos mi nieta preferida, gracias a la
madre del petimetre Juan Manuel de Rosas, fue obligado por su esposa, doña
Encarnación a brindarle a su mejor amiga diez mil hectáreas en Tandil. Dos mil
en Chascomús, dos departamentos en puerto madero y veinte casas chorizo en La
Plata.
─¿Y por qué a mí? Si somos un montón.
─Es verdad, un montón de sinvergüenzas con
dotes nauseabundas, para cualquier gobierno que ellos esperaban con ansiedad y
así empezar a robar. Te harás cargo de inmediato de mis propiedades y como
agradecimiento me gustaría que contrajeras nupcias con un amante mío de hace
algunos años, que si sigue así te hará muy feliz. Se llama Juan Domingo Caparrós
y tiene apenas ochenta y tres años.
─Pero Ema, yo tengo dieciséis años recién
cumplidos, o sea que nuestro matrimonio, no creo que se consume. Me caso para
darte el gusto, no es el mío, está demás decir que seguro que su miembro no se
le para.
Para las nupcias, Don Caparrós se confundió
y pretendió casarse con un monaguillo, yo lo tomé del brazo y lo puse al lado
mío.
─Queridita disculpame, los casamientos me
confunden.
Yo iba todas las mañanas a despertarlo con
mates calientes, hirvientes, a propósito para que se quemara, no pudiera comer
más nada y se muriera de inanición. Mi objetivo era que sucediera de una vez.
En una oportunidad me subí al molino grande,
él estaba afuera, yo lo saludaba y el viejo me pedía:
─Bajate de ahí o te voy a buscar.
Subió como podía y cuando llegó casi sin
darme cuenta, lo empujé. Cayó en el tanque australiano y se partió en mil
pedazos. Los peones se ocuparon de juntar lo que encontraron. Faltaban algunas
partes que los perros se los llevaban para comerlos.
Yo promoví que se incinerara lo que quedaba.
Desde el extremo del humo negro, la tía Ema me habló:
─Yo en tu lugar habría hecho lo mismo, te
sugiero resarcirte con el monaguillo que vive en la iglesia, dicen que es el
mejor amante de esta pampa sin horizonte. No tengas hijos, en general son para
problemas. Te voy a visitar cuando pueda, seguro que tendrás cosas sexointeresantes
para contarme, ja…ja…ja.

No hay comentarios:
Publicar un comentario