miércoles, 13 de septiembre de 2017

RECURSOS AUSENTES

                     
   —Tuve un disgusto en el Banco, 2 hs de espera, con vientos helados, arrafagados, por cuestiones de protocolo no me fue permitido refugiarme dentro. En un país, donde con el protocolo se limpian el culo, los mafiosos poderes legislativos, ejecutivos, judiciales y demás caterva de inútiles. Sapos y culebras salieron de mi boca. Una Sra de la cola, dijo “Guarda ‘sta chica con la presión”. Muy atenta la Sra, busqué mi presión y no la encontré por ninguna parte, miré bien las baldosas, mis zapatos, abrí mi cartera, le toqué el sombrero al Sr de adelante, no la encontré. Por eso lo vengo a ver Dr.
   —Tranquila, Sra, respire hondo y al exhalar diga OMM.
   Antes era treinta y tres, ahora es OMM, yo cuando se hacen los modernos los mataría, pero me atuve a su pedido.
   Cinturón en el brazo, una cosa fría que pasa por debajo y un soplete de perfumero antiguo, algo para medir. El Doc le daba al soplete y miró los numeritos como diez veces. No decía nada, pero lo vi blanco y pregunté cuánto tenía de presión, me asusté. —Mire Sra, Ud no tiene presión baja, ni alta. Le seré sincero, su corazón late normal, los pulmones cumplen su función, en fin, todo su organismo está perfectamente organizado. Lamento ser yo el que le dé la noticia, su presión no es ni alta, ni baja, ni media. Ud ha extraviado su presión.
   —Bueno, Doc, llamo a la Policía y les pido que me la busquen.
   —¡Ni se le ocurra! ¿Ud piensa que si la encuentran se la van a devolver? Primero pensarán que está mal de la cabeza y segundo ellos saben qué quiere decir prisión, pero presión no tienen la más puta idea.
   —Entonces, ¿qué hago?
   Puso cara de envidia, conozco ese gesto.
   —Sra, Ud es una privilegiada, perdió la presión y vive perfecto. Olvídese. ¿Por qué se va a preocupar por algo que no existe? Menos mal que es único caso, sino yo no tendría trabajo. Vaya nomás.
                                         

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