martes, 26 de marzo de 2019

CADA UNO COMO PUEDA



   —Dijo que era perverso lo que hacía. Verse las caras, él se reía y la escupía.
   Denis fue cruel a partir de un episodio oculto. 
Carlota se dejaba dominar, cuando hacían escenas donde vislumbrábamos que seguirían, nos retirábamos en silencio.
   Mamá dijo que era perverso, no sé qué tiene que contar sobre Denis, lo reparte y todos lo saben. Las parejas de mi hermano eran dóciles y las agresiones que recibían, a ellas les parecían caricias.
   —Te ruego que no hables de mi Madre ni de mi hermano. ¿Te acordás que me pedías que los dejara solos? Vos, Trini, sos de lo peor. ¿No te dabas cuenta que es enfermo?
   Se pone histérica, la histérica.
   —Yo entiendo lo que decís, pero no me agredas, lo de Carlota me dio vértigo. Sí, él se reía y la escupía, es desagradable estar presente. Yo a la casa de ellos no voy más.
   A Denis y Carlota les encantaría que no fuera más, monopoliza todas las conversaciones y relata los últimos días de su marido, una y otra vez.
   —¿Querés que te cuente el episodio oscuro de Denis? Mamá lo violó a los quince, se equivocó de habitación, dijo que estaba en pedo. Denis juró que la confundió con su novia, que se metía de noche por la ventana del dormitorio. Los internamos a los dos. Él estaba convencido de ser “Edipo”. Hubo que atarlo de pies a cabeza, amenazaba con arrancarse los ojos. Dos años de recuperación, él dice que ya está curado. Mamá salió antes, sin cura. Pasó al chaleco químico y vive hablando pestes de su hijo.
   Trini sintió mareos y se desmayó.
   —Qué mina boluda,  si es una historia como cualquier otra.

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