Tenían dos camas
juntas, el primer tiempo dormían cucharita en una sola. El segundo tiempo, uno
en cada cama. El tercer tiempo, pusieron mesa de luz al medio. Cholo abría la
ventana del dormitorio: —Está nublado, hoy llueve.
Y Alba
contestaba: —Si llueve falto al laburo.
Él desayunaba en
la mesada, ella de espaldas, en la mesa. Escucharon los truenos. —Se largó con
todo, hoy no trabajo ni mamado.
Alba se
desperezó, luego de múltiples bostezos se metió en la cama y puso una película.
Cholo pasó al baño mirando la pantalla: —Esta peli la viste tres veces.
Por suerte
tenían dos teles, él se fue al escritorio a ver películas mudas. A las 13, Alba
pidió catering: pizza a los cuatro quesos. 13.30 Cholo sintió hambre, fue a la
cocina a ver si Alba había dejado algo y no. Pidió un catering: milanesa con
ensalada.
A las 15 Alba se
duchó y sus ropas nuevas salieron a la calle, no dijo dónde iba ni hasta luego.
Cholo entró al baño, puteando, porque ella no secó nada. Se vistió con esmero y
agregó perfume, nunca hacía eso. Fue la primera vez que Alba se encontró con un
amante a estrenar.
Caminó por un
boulevard, compró flores, Cholo tenía las llaves, pasó casi un año que andaban
con horarios alternados. Coger con otro, es el arte de combinar los horarios.
Cholo y Alba
llegaron al mutismo diario, ni el servicio meteorológico los unía. Dormían en
cuartos separados, Cholo roncaba y Alba mandó a hacer doble puerta. Hubo una
reunión de amigos reencontrados. Alba se sentó al lado de una mina joven y pizpireta,
entre plato y plato cambiaba el peinado, con rodete, suelto, una trenza.
—¿Sabés por qué
hago esto?
Recién la
conocía: —Ni idea, contame.
Fue al baño a
renovar su rouge: —Disculpá, pero quiero sorprenderlo, me pidió que cambiara mi
peinado a cada rato, le re-gusta que haga cualquiera con mi cuerpo.
Habló despacio,
pero señalando con el dedo:
—¿Ves ese tipo, el de la corbata roja? Es ése, ¿no
es buenmocísimo?
Alba moría de
odio, pero no quiso escándalo público. Se acercó a su amante y le dijo que lo
esperaba en el baño, él se enganchó.
—Cómo en las
películas, decís vos?
Alba cerró con
traba. Él salió primero. Alba arregló su maquillaje y enderezó su ropa.
Volvieron
juntos, en el auto no hablaron, habían tomado todo, fumado todo, jalado todo.
Cholo perdió el control del auto y se incrustaron en un árbol.
La vida de ellos
terminó como empezó, juntos…

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