miércoles, 22 de julio de 2020

¿CÓMO ASÍ?


   Caminaban por las cornisas, mejor que los gatos. Entraban en las cocinas abiertas y robaban moneditas. Su hermana los acompañaba, por la resistencia y el equilibrio, que tienen los que aprendieron Danza, de chicos.
   Ella intrépida y audaz saltó a casa de ricos y pudo robar billetes grandes. Se jactó ante sus hermanos por su propia hazaña.
   —Qué soberbia y boluda, todos estamos en lo mismo, tenemos la caja llena.
   El mayor les propuso comprar armas de juguete, para bajar aún en las casas. que cerraran con traba. La hermana, para ser aceptada, tuvo que compartir lo robado en partes iguales.
   Siguieron el camino de las cornisas y bajaban en cualquier casa. Estaban munidos de sus armas de juguete,  a cualquier grande que los sorprendiera, responderían con el clásico: —Arriba las manos, denos todo el dinero que tenga, en billetes, o en dólares, monedas no aceptamos.
   Tenían sus caras cubiertas con máscaras negras. En una semana, juntaron una cifra equivalente al sueldo de su Padre. La noche de luna llena, la hermana prefirió bajar ella sola, sus hermanos la custodiaban de lejos. Entre tantos árboles no podían ver nada, pero sí escucharon un disparo verdadero.
   Nadie vio nada, sucede que la gente en estas circunstancias, se esconde por miedo. Los hermanos despertaron al Padre: —No pudimos saber quién fue, pero nos parece que el disparo, provino de aquella casa.
   El Padre fue el primero en ver a su hija, en aquel jardín, cubierta de billetes. Yacía muerta, con el arma de juguete en la mano y el Viejo que le disparó, arrodillado a su lado, le pedía perdón, cuando ella ya no escuchaba nada.  
   Apareció la Madre, que antes de desmayarse, dijo: —¿Cómo así…?
   Mientras el viento hacía volar, los billetes ensangrentados.

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