martes, 7 de julio de 2020

VOY A PONER LAS PIEDRITAS


   —Se cayó en la vereda, tenía los labios blancos y la cara pálida. Lo llevaron al Hospital y lo trataron tan bien, que un Médico le dijo:
   —Parece que lo tiene, joven.
   —¿Qué cosa tengo?
   —Eso que nadie nombra, porque les da pánico de pertenecer al grupo.
   —¿A qué grupo?
   —A los que se saludan: “¿Todo bien?” “Sí, todo bien, nos vemos.”  
   —A mí me parece que todo mal.
   —Para vos, todo mal, nosotros estamos fenómeno.
   —Qué van a estar fenómeno con lo que les pagan.
   El Doctor, con sonrisa dibujada: —Prefiero el escaso sueldo a tener lo que tenés vos.
   Fuera del Hospital, Marta, la novia del joven, charlaba con su Suegra, a tres metros de distancia. Marta decía: —Ni aunque me dejaran entrar, que no, no puedo ver que le duele. Algunos dicen que no duele nada. A mí esas cosas me confunden, duele, no duele.
   La Suegra no resistió la charla. Estaban todos de pie, en la vereda enfrente del moridero: —Suerte que nosotros, volvimos de Milán, a tiempo para ver a mi hijo.
   Marta le dijo que entrara rápido al Hospital. La Suegra cruzó sin mirar y se la llevó puesta un micro. Falleció de inmediato. Marta se sintió culpable, llegó al Hospital y entró. La interrumpieron, ella pidió que la revisaran, para ver si tenía o no. El mismo Médico que atendió a su novio, usó las mismas palabras: —Parece que lo tiene. Hay una cama libre y una Enfermera que se ocupará de bañarla y ponerle un camisón.
   Al novio lo pusieron al tanto, su novia también estaba con la misma enfermedad. El joven pidió si no podían casarse en el Nosocomio. Le dieron su anuencia.
   —Quiero que mi Madre sea la Madrina.
   Marta no quiso darle la noticia, le parecía atroz: —Será imposible, en este momento está escalando el Himalaya, no tiene señal, su celular está muerto.
   —Bueno, no importa, le guardamos las fotos.
   Los Testigos fueron la Enfermera y su amante, el Doctor que los atendió a los dos. Cuando concluyó la Ceremonia se besaron, se abrazaron. Ambos se desplazaron al piso, no pudieron hacer nada, estaban débiles, frágiles y expiraron, con una sonrisa en la boca.

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