lunes, 19 de octubre de 2020

LA CASA GRANDE

 

   En un asalto mataron a su Marido. La bala iba para el Vecino. Ernesto estaba y la ligó sin comerla ni beberla ni notar lo que sucedía.

   Ella cayó en un estado depresivo. Dormía en medio de la cama, igual que un bicho bolita. Recibió atención psiquiátrica y con medicamentos fuertes, pudo empezar a vivir. El dolor estaba prendido todavía.

   Mabel se fue a vivir sola. Ahora habita una casa grande. La amenazaban por teléfono, se llenó de miedo de algo que ignoraba. Adquirió cinco perros, un pit-bull terrier, un rottweiler, un pastor alemán, un dóberman y un dogo argentino, ese se lo dedicó a la Patria. Era una mujer patriota, se le notaba.

   Ágata recibió un llamado:

   —Hola, habla tu Tía Mabel, tengo miedo de estar sola. ¿Venís unos días hasta que me acostumbre?

   Le contesté:

   —En cuatro horas estoy allá.

   No sé por qué me eligió a mí, de todos sus sobrinos, si yo era la peor de todas, no me daba bola.

   —Te quiero advertir que tengo cinco perros agresivos, uno de ellos te va a encantar, es tan bueno que duerme adentro. No hace nada, es un pancito. Los otros los tengo enjaulados y los suelto por las noches. Si venís de día es lo mejor.

   Llegué a las cinco de la tarde, ni bien entré el espacio se llenó de ladridos amenazantes. Sus jaulas se movían. Pasé despacio hasta llegar a la casa. Mi Tía Mabel me esperaba, daba abrazos fuertes y besos hasta en las manos.

    —Gracias, Ágata, antes no me daba cuenta, pero ahora sé que sos la más fuerte.

   Hizo mi comida predilecta: papas fritas con salsa kétchup. Cuando terminó el almuerzo, apareció el dogo, con una cabeza que le empezaba en la frente y le terminaba en el hocico, me hizo saludos delicados y se sentó en mi falda con la cabeza descansando en el brazo.

   Cuando me sentí acalambrada, lo deslicé hasta el suelo, el dogo pasó por arriba de la mesa y con sus fauces dispuestas, me mordió la carótida.

   Miraba cómo salía mi sangre a borbotones, quedé muda. Mientras, mi Tía Mabel, lavaba y cantaba en la cocina.

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