martes, 22 de noviembre de 2016

VIDA SOCIAL


      Siempre odié las fiestas. Hay que saludar a los presentes, sonreír hasta que duelen las mandíbulas. El cruce constante con gente que uno detesta. La soledad de estar de pie con una copa en la mano. Por fin encontrar un amigo que camina, como no escucha, por la música alta, tomarlo de la manga y quedarse con la manga en la mano. A ésta debía asistir, sino sería tomado como un desprecio Mi vestido fue el más desapercibido que encontré. Pensé en no cometer ninguna imprudencia. Había una sillita matera, allí instalé mi desagrado y me impuse esconder una sonrisa quieta, estilo Gioconda. Los presentes veían interrumpidas sus charlas superpuestas por ejércitos de ángeles, que los callaban y cuando terminaba el saludable silencio, arremetían con más decibeles que antes.
      Aparecieron los nietos de la anfitriona, me dieron besos en las mejillas. Me dejaron llena de dulce de leche y en el pelo me tiraron lavandina, con una jarra. Tomé aire y empecé a correr a los niños, a cada uno que alcanzaba le arrancaba mechones de pelo, uno cayó sobre el calefactor y se quemó una oreja. A los restantes les pegué patadas en el culo. Se hizo presente la anfitriona, arrogante, dijo que había lastimado a todos sus nietos. Comencé a gritar que los chicos eran unos maleducados de tercera generación, o sea los niños eran unos degenerados. La lavandina me hacía doler la cabeza  a medida que la discusión era agobiante.
      Me fui sola por calles oscuras, me tocaba el pelo y se me caía, al suelo. Parecían gatos recién nacidos. Mi único orgullo, tirabuzones que me servían de tapa-cara. En un recodo apareció mi amigo. Le había contado a su abuela el episodio de la manga, rencoroso, como ella, era su venganza. Le comuniqué que no era más su amiga. Él abrió tanto la boca que le metí todo el pelo que cupo. Después de lo ocurrido me juré que jamás asistiría a una fiesta. Ahora llevo un corte de pelo, cuya sombra me da miedo. Mi ex-amigo mandó una peluca de regalo. Le devolví la peluca, con dos tarántulas adentro.
                                                              

No hay comentarios:

Publicar un comentario