Hoy dejé de
fumar, no por responsable, tengo una tos bronquial que duele. Hasta los
transeúntes miran con asco la combinación de pucho y tos.
Hace 55 años
que, haga lo que haga, prendo un pucho. Ahora me asusté, por la falta de
oxígeno en mitad de la noche. Se sumaron los huesos superpuestos, regalo de la
vejez, junto con las bisagras de rodillas y tobillos, en situación de retiro.
—Consultá con un
Médico. -Dice mi hijo como si fuera igual a comprar un helado-.
Acá los Médicos
tienen diploma de no saber un carajo, los buenos se jubilaron o murieron. Tengo
mi hijo, a veces parece que mío no es nada. Y me siento sola y culpable de
cosas feítas que he hecho, no muchas, con dos Ave María me condonan. Eso es lo
que tiene la Iglesia, sobreseen a cuanto degenerado se les cruce.
El Papa Pancho
(que es Argento y se le nota) da discursos tan obvios que nadie escucha. Él que
es la autoridad máxima del Opus Gay, defiende a una ladrona repulsiva
(Argenta), sin saber de qué se trata. Mientras haya guita, las acciones son
ignoradas, así la tipa además de robar haya matado gente.
Cuando pueda
irme de Argentimafia, puedo aseverar que no voy a extrañar absolutamente nada
de nada (Sólo a mi Psi y mi amiga Mona).
No hay comentarios:
Publicar un comentario