Fui a la
Intredencia, a ver si pueden intredentar acerca de la Recolección de Residuos.
Me atendió un joven
encantador, bien trajeado, corbateado y hablaba correctamente el castellano.
Tuve cuidado al tomar asiento, había chicles pegados, mocos seguro, porque son
gratis. Un asquete.
—¿Qué Sector
afecta su problema?
—El triángulo
del Barrio Pirincho I.
Tomaba nota
desde una compu. —¿Apellido y nombre completos?
—Delcorno,
Eduviges Emilce.
—¿Edad?
—Ochenta, por
ahí…
—¿Estado Civil?
—Escuchame, yo quiero Recolección, ¿Qué tiene
que ver con mi vida privada?
—Sra Delcorno,
eso dice el reglamento.
—A mi edad los
reglamentos no existen.
Le hablé
despacio, sin premura. Se me soltó el resorte.
—Decime, pendejo
de mierda, ¿Por qué no entrás a la oficina del Inútil Todo Servicio?, que
levante el culo del sillón y junte la basura. Preguntale a ver qué carajo hizo
con los aportes que le otorgó la Provincia. Fue alumno mío, sé que es un cerdo
en su totalidad. Capaz que alimentándose en un camión recolector lo plancharon,
se rompió en mil pedazos y murió. Pondrían un doble para intervenir en la Campaña
Electoral, a ver quién es el próximo rompeculos ¿Le vas a decir?
—Delo por hecho,
en casa pensamos igual que Ud, soy uno de sus hijos. Es un cerdo que desaparece
meses y jamás intredenta nada. Un mafioso en Oferta, Bah…
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