sábado, 29 de diciembre de 2018

ACTIVISTA MAFIOSO



   Escuchaba, era imposible no hacerlo, porque el tipo hablaba a los gritos. Tendría unos setenta años, frente a una chica cuarentosa, que hacía magia con su helado, para que no se le viniera en banda. —Estuve en Méjico, no sabés qué playas, me quedé dos años para encontrar y copiar los diseños de la Empresa Johansen. Filmé todo lo que pude y en Colombia aceptaron realizar el trabajo de casa con puertas corredizas, ventanas corredizas y pisos corredizos. Tengo que ver todavía, cómo las personas con tanto espacio libre, no se van a ir a la mierda. Me fui a Niza y conocí una mina, viuda, sin hijos, quedé pegado tres años. La pobre quedó embarazada. Yo me borré. Tengo hijos repartidos por todo el mundo, suficiente. Como soy paranoico, huyendo de las casas de aire y de la mina embarazada, me tomé un avión a Islandia. ¿te estoy aburriendo?
   La chica, sin responder a la pregunta del grasa soberbio delincuente, le contó con voz de dirigente: —Yo, con la mitad de lo que vos invertiste, en tus viajes sin ética ni moral, construí cuatro manzanas para familias sin techo, hasta los muebles, copiados de libros de cuentos antiguos, para niños, realizados con materiales plásticos imitando madera, para no joder la Naturaleza. Replantamos donde el hombre había hecho fechorías. El helado que me sobró, queda riquísimo con tu café con leche, aquí lo tenés.
   Lo invirtió en el café doble del quía, fue divertido, el tipo quedó a lunares de café y helado. Se levantó torpe, las sillas quedaron en el piso. —¡Moza, traiga algo para limpiar este despropósito.
   El personal se encerró en la cocina. La conversa fue escuchada por todos. El tipo no veía nada, sus anteojos culo de botella, se los repisó la mina, que se fue.
   Tanteó la puerta, para salir, rompió un vidrio y cayó de espaldas, cuatro escalones. Le brotaba sangre violácea, la gente lo evitaba, como si fuera un sorete de perro.
   Grabé todo para la radio de nombre: “Radio” y sale esta noche, a las veinticuatro, junto con este cuento.

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