sábado, 22 de diciembre de 2018

SUMMER



   Me pidió que siga en el verano, un artículo para el Diario diario y un cuadernillo, que si se vendía bien, lo transformaba en libro.
   —Me parece un abuso, Sr Editor.
   Se puso verde. —Por favor, no me denuncie, ahora está de moda.
   El viejo está confusionista. —Sr Editor, me refiero al exceso de trabajo, no tema.
   Puso en mis manos los temas a desarrollar. 
   —¡Ah, no! Encima debo obedecer su mandato.
   En verano me gusta nadar, tomar sol, llamar a mi vecino que como no tiene pileta, viene a la mía. Le alcanzo el bronceador chino y le pido, que por favor, me lo pase por todo el cuerpo. Tiene manos tímidas, pero boca abajo, abro el corpiño y lo toma el entusiasmo, sin perder suavidad. —¿Vos te ponés así para emparejar? Ya que estoy te paso por los elásticos de la bikini, tengo suerte, es con hilo dental. Tenés glúteos firmes, no tiembles, ya está. Ahora se usa broncear las lolas, si te das vuelta, así, así, suavecito, me gustan, no son compradas.
   Sé que se calienta, yo también estoy recaliente. —¿Si nos tiramos bajo los fresnos, nos enfriamos, tengo un coy de dos plazas.
   A ésta la ensarto, me mira con ganas.
   Recorrimos el jardín y la casa, lo hicimos en la mesa de la cocina, como en las películas, de pie, en el bidet, en mi cama, es más tradicional, me aburre, en la casilla del perro, que tirado a nuestros pies nos miraba con ojos de: ¿Qué carajo hacen? ¿Querrán que yo participe? Cuando la idea de la zoofilia se nos pasó, el vecino quiso que le entregara el…como despedida. —Dejá que lo piense, mañana te contesto.
   Y este viejo de mierda quiere que le escriba artículos playeros, es pijotero el Editor, esto que pasó, se lo mando como trabajo, le va a encantar.
   Seguro que después de leerlo, se pone a mirar pornos. Chancho.

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