miércoles, 12 de diciembre de 2018

POR SUERTE ESTABA MI MARIDO



   La Terminal, voy a buscar unos documentos que mandó mi hijo, para que en la Municipalidad de acá, me den el visto bueno, que cuesta 250 pesos. En Arba necesitan no sé qué carajo que somos solventes, 300 pesos. Luego al Escribano, 350 pesos y después no sé qué me van a pedir, una fotocopia del culo. Lo voy a solucionar porque son para mi hijo, que labura como antes de la Revolución Industrial. Llego a la Terminal y me atiende una boluda, con cara de boluda, necesita el número de Salida de Partida, porque sin el puto papelito…Usé mis dotes histriónicas y me mandé un ataque de nervios con lágrimas y todo, la boluda me miró con cara de “no te lo doy” y “no te lo doy…”
  Le tiré la computadora en la cara. Vino la Policía y le dije: —Vos, ocúpate de los chorros, a mí me dejás de joder.
   Por suerte estaba mi marido, explicó que yo estaba con alteraciones psiquiátricas severas y cuando me brotaba, me internaban de urgencia, pero necesitaban mi firma, por eso me llevó.
   Lo llamé a mi hijo, que vive en otra Ciudad de mierda y le dije que de sus trámites se ocupara él…por suerte estaba mi marido, que emparejó un poco lo de los números, el papelito, y pidió disculpas por mis emociones altisonantes.
   Mientras tanto yo me tiraba de los pelos y era irrefrenable la cantidad de insultos que de mi boca salían, como pedos de viejo. Por suerte estaba mi marido y me tranquilizó diciendo que me iba a quedar más pelada de lo que ya estoy…
   Es un País, tan de mierda, que para jugar un partido de aquí, se fueron a la concha de su madre. Por suerte estaba mi marido, que me hizo tomar tres pastillas, o cinco y llamó una ambulancia.

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