—Mirá, Dieguito,
nos tuvimos que divorciar.
El Niño siguió
con el aparato de los jueguitos.
—¡Qué triste! ,
pero Acordate que gritaban tanto, no podía ni mirar tele y menos invitar algún
amigo. Armé mi carpa en el fondo, para poder dormir, ahora me mudo aquí y
jugamos a algo.
Está llorando,
no debe tener ganas del aparato de los jueguitos.
—Sabés que te
requiero, Dieguito, pero tengo un novio y te lo quiero presentar.
Es joven mi
Mami, un novio la va a poner contenta. Mi Viejo no me importa, anda con su
Secretaria, fea y vieja, eso dijo Mamá.
No tengo ganas
de conocer al novio, tiene mal gusto mi pobre Mami, sino, no se habría casado
con Papá. Tengo que hacer el esfuerzo y que me lo presente, a ver de qué va.
Los estoy viendo
por el agujerito mirador de la puerta, no alcanzo, voy a poner una silla.
Empezamos mal, abrieron
y me tiraron al piso.
El novio no usa
corbata, lleva una remera de los Beatles. ¡Usa rastas!, hasta ahora todo bien.
Me saluda: —¡Hola, Amigo!, oia, tenés aquí un juego de video, mi preferido,
vamos a jugar ya. ¿Querés?
Le fui a
preguntar a Mami si podía jugar.
—Sí, podés,
pero mantené una distancia y Decile que se pase alcohol gel. Un ratito, después le tengo que
dar Clase.
Me pareció que
maltrataba al nuevo novio, no me gustó y se lo dije.
—Pará un poco,
Dieguito, ése no es mi nuevo novio, es un Alumno, la Facu cerró, le voy a dar
clases aquí, él lo pidió.
Ya me parecía,
era demasiado cool para ser su novio.

No hay comentarios:
Publicar un comentario