Vivo enfrente
del Puticipio, salí al balcón por una manifestación pagada. Llamé a mi mejor
amigo idiota, lo elegí para parecer inteligente. Mi amigo dijo: —Es una
manifesta, completamente idiota.
Era inteligente
pero no se le notaba, tenía una novia purateta, que no se merecía. —¿No la
podés convencer a tu novia, que se meta en la manifextracción, desnuda?
Ella le hizo
caso, estaba tan enamorada, que lo tomó como una orden. Cuando los manifes la
miraron, todos se quitaron la ropa maloliente y la arrojaron dentro, del Cotejo
Delirante. Salió el Intredente desnudo y en camisón. Desde su balcón trataba
de calmarlos, prometiendo cosas que no pensaba cumplir, el delincuente.
La gente le
gritaba: —¡Viejo Puto! ¡Viejo Puto!
Él les contestó:
—Guarda con lo que dicen, que me voy a postular como Presidente y estoy seguro
que ganaré, gracias a sus votos y no saben lo que les espera. Yo tampoco sé.
Trataré de copiar al anterior, así tendrán motivos para odiarme.
Hicieron una
avalancha y cuando terminó, el Intredente, desapareció. Ni los custodios se
dieron cuenta. Algunos dicen que se suicidó, otros, que se fugó a Camerún. En
definitiva, a nadie le importó, lo festejaron respondiendo a la consigna: “El
Rey ha muerto. ¡Viva el Rey!”. Y apareció la Reina de Inglaterra. Reinó mucho
tiempo. Todos terminaron hablando en inglés británico. Le rendían pleitesía,
hasta que un niño gritó: —¡La Reina está desnuda!

Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar