jueves, 6 de agosto de 2020

PAÍS



   Vivo enfrente del Puticipio, salí al balcón por una manifestación pagada. Llamé a mi mejor amigo idiota, lo elegí para parecer inteligente. Mi amigo dijo: —Es una manifesta, completamente idiota.
   Era inteligente pero no se le notaba, tenía una novia purateta, que no se merecía. —¿No la podés convencer a tu novia, que se meta en la manifextracción, desnuda?
   Ella le hizo caso, estaba tan enamorada, que lo tomó como una orden. Cuando los manifes la miraron, todos se quitaron la ropa maloliente y la arrojaron dentro, del Cotejo Delirante. Salió el Intredente desnudo y en camisón. Desde su balcón trataba de calmarlos, prometiendo cosas que no pensaba cumplir, el delincuente.
   La gente le gritaba: —¡Viejo Puto! ¡Viejo Puto!
   Él les contestó: —Guarda con lo que dicen, que me voy a postular como Presidente y estoy seguro que ganaré, gracias a sus votos y no saben lo que les espera. Yo tampoco sé. Trataré de copiar al anterior, así tendrán motivos para odiarme.
   Hicieron una avalancha y cuando terminó, el Intredente, desapareció. Ni los custodios se dieron cuenta. Algunos dicen que se suicidó, otros, que se fugó a Camerún. En definitiva, a nadie le importó, lo festejaron respondiendo a la consigna: “El Rey ha muerto. ¡Viva el Rey!”. Y apareció la Reina de Inglaterra. Reinó mucho tiempo. Todos terminaron hablando en inglés británico. Le rendían pleitesía, hasta que un niño gritó: —¡La Reina está desnuda!

1 comentario: