domingo, 21 de julio de 2024

ENUMERACIÓN

    —Hola, hola dije. ¿No me escuchaste?

   —Estoy tejiendo, lo quisiera terminar antes del invierno, no me interrumpas.

   —¿La comida está lista? Tengo un hambre…

   —Preguntale a tu papá, seguro que algo te dejó en el horno.

   —Estoy tan cansada que me voy a desplomar en el sillón grande. ¡Ay, esto está lleno de gatos! Tienen pulgas y eso que vinieron ayer del veterinario, todos vacunados. Mirá cuanto nos cobró, el muy pel…

   —Cuidado con tu vocabulario, Inés, te escuché desde mi cama. Miré por la ventana y vi el auto de tu novio. ¡Qué horas son estas de llegar!...

   —Justamente como algo y voy a su casa a estudiar, nos llevamos muy bien y si no entiendo algo, que es casi todo, me explica. Ayer estuvimos hasta las seis de la mañana.

   —¿Estudiando?

   —Si vos sabés que no, hicimos otras cosas que pertenecen a mi privacidad.

   Tocaron el timbre, eran las hermanas de papá, se quedaron igual y con todo descaro prendieron la pantalla grande con sonido bien alto, ambas eran sordas.

   Dijo la cuñada:

   —Taza taza, cada uno a su casa.

   Sin levantar la vista de su tejido.

   — Inés, está lloviendo, decile a tu peor es nada que las lleve.

   Bajó del altillo el hermano con su novia, despeinado él y la pintura corrida ella. El padre se levantó de la cama y con cara de perro les dijo.

—¿Qué se creen que esta casa es un burdel? Anda a vivir con tu novia a otra parte, para todos sería un gasto menos…y una alegría más…      

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