viernes, 4 de enero de 2019

CHAMPAGNE



Truenos eléctricos partían la tierra, el protagónico era cielo embravecido de nubes confundidas, ejércitos de relámpagos. Un disco rayado que seguía, una nota brutal a otra mortal. Después la lluvia fuerte como miles de ríos, cauces perpendiculares a la tierra. Amo la lluvia en las tardes, sé que algunos odian que lo manifieste. El sol me recuerda la vida que no supe vivir, si tengo alegría, tirarme a la pileta, con calor afuera, permanecer en el fondo del agua, hasta no dar más, sacar la cabeza y respirar.
Fue este fin de año, los pirotécnicos no pudieron arrojar casi nada, factores económicos y agua, lo impidieron. Soy hábil para sufrir, me alegró la ausencia de cuetes, pero me dio tristeza tanto viento, tanta agua y el cielo indignado.
   La comida, pura lata, en cuencos, champagne, champagne, champagne, postre, champagne, champagne, champagne. No sé si estaba triste o contenta, más bien triste. Nunca olvido, me queda un año menos. Y me meto en el cajón de las píldoras, dos de éstas, tres de aquellas, media de no sé y largué todo. ¿Para qué tanto que no cura?
   Quiero diluir las sesiones, los Médicos especialistas, las prácticas nuevas, la Medicina en general. Los gastos que implican, ningún resultado próspero y dejar mi familia sin futuro económico. Champagne, champagne, cham…

No hay comentarios:

Publicar un comentario