domingo, 10 de octubre de 2021

RUTA 3 (Parte IV)

 

   Emma ahora vivía con Laura, otra Hermana a quién se le suicidó su Marido. Mamá fue al campo para ayudarlas con la limpieza. Hacía podar las madreselvas porque decía que atraían a los bichos.

   Emma se enojaba con Mamá, por cualquier cosa. Cuando vio a Papá secar los platos, le arrebató el repasador y dijo:

   ─Éste es trabajo para Mujeres, los hombres tienen cosas más importantes para hacer.

   A Mamá no la querían ninguna de las dos, cuando no escuchaba, hablaban de ella con desprecio.

   ─Pobre Jorge, qué persona ordinaria, fregona y torpe encontró para casarse. ¿Viste cómo trata a su hija?

   ─Sí, ya sé como a una Sirvienta, se olvida que la chica crece y no le compra vestidos de su tamaño.

   ─Yo la vi un día caminando por Florida y la niña tenía alrededor de sus zapatitos, líneas de sangre.

   ─Es tu Nuera, Laura, deberías hacer algo.

   ─Yo no le puedo decir nada, no quiero que mi Hijo sufra.

   ─Te acordás cuando le preguntamos a quién quería más, si a la Madre o al Padre.

   De inmediato contestó:

   ─A mi Papá lo quiero mucho más que a Mamá. Mamá es muy mala conmigo, le gusta tirarme del pelo y darme cachetadas, también me amenaza con que me vendrán a buscar del Asilo.

   Una semana, mis Abuelas (yo les decía a las dos: Abuela, porque vivían juntas), me invitaron a una casa que tenían en Chascomús. Ni bien llegué me bañaron. Primero me gustó, esa bañera enorme, con agua tibia y los patitos de goma para jugar. Decidieron lavarme la cabeza entre las dos, me dieron miedo.

   ─Tiene razón mi Mamá, dice que ustedes son monstruos, también dice que no hable con ninguna de las dos, porque digo disparates y el que la liga es Papá, el que más sufre sin decir una palabra. A él le gusta estar tranquilo, ya bastante tiene con aguantar a Mamá.

   De grande me enteré que mi Madre era una psicópata sin solución.     

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