martes, 12 de octubre de 2021

RUTA 3 (Parte VI)

 

   Era mi único Novio, dormíamos así, yo en la casa vieja y él en el dormitorio independiente, donde mi Tío, el suicidado, tuvo insomnio permanente. La siesta que hacían los grandes en la casa, nosotros nos acostábamos en la pieza independiente. Nunca nos podíamos echar un polvo terminado, siempre aparecía mi Madre que nos cortaba.

   ─Tu Novio, fue invitado aquí para vacunar, no para dormir con vos.

   Ella guardaba una envidia disimulada, le gustaba mi Novio, no para mí sino para ella. Era una de sus fantasías postergadas.

   ─Limpiá esa pieza, que todavía guarda el olor de tu Tío y extendé la alfombra enrollada.

   Yo la estiraba de un lado y se salía del otro. Logré ponerla estirada, tenía un bulto en el medio, me extrañó y la extendí despacio, salió una víbora hasta el patio de tierra, que le hacían marco los eucaliptus. Apareció Maruca que con una pala certera, la partió en dos. Cuando mi Padre presenció el espectáculo, se enojó tanto que la mandó a cocinar.

   ─¿Y qué quiere comer el hombre? ─Le dijo la muy burra─.

   ─Nosotros no vamos a comer nada que hicieran sus manos, pero haga un puchero con ajo y esa víbora que mató usted, cortada en rodajas. Puede invitarlo a Toribio, que sea en la matera, donde vayan a comer.

   Me fui al baño a pegarme una ducha. Y entre jabón y esponja vegetal, salió una víbora de la poceta. Empecé a gritar, no podía huir por la ventana, tenía unas barras de hierro muy gordas y la puerta estaba lejos. En el medio, la víbora erguida que me miraba con más ganas que mi Novio. Al otro lado estaba mi Tata:

   ─Cubrite, ahora voy a entrar.

   Tomó la víbora entre sus manos y la tiró al monte.

   ─¡Que sea la última vez, te lo advierto!

   Y la serpiente le hizo caso, no volvió más.

   Se escuchó la voz de Mamá:

   ─Jorge, tenemos que vender este campo, sólo da para disgustos. O lo podemos arrendar.

   Y encontraron el candidato, llamado Starco. Lo primero que hizo la bestia, fue talar el bosque de eucaliptus completo, apoyado por su Padre, que era más bestia que él. Starco hijo, tenía un Padrino, el mafioso asesino de Alfredo Chabrán.

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