lunes, 7 de agosto de 2017

DEFENSA PROPIA, MAMI


   —Mami, conseguí una novia!
   —¡Contame, te pensé clausurado en tus trabajos.
   —Mirá, tiene tatuajes hasta en los cachetes.
   —¿De la cara?
  —Sí, acertaste, en los glúteos también, pero si no los muestra, ni te enterás. No estudia, no trabaja, fuma porro todo el día, toma birra sin parar y lo que más le divierte es pinchar forros.
   —¡Cómo me contás eso, me vas a matar!
   —Má, vos me decís siempre que use forro, si la minita los pincha, no es mi problema. Ocurrió, quedó embarazada. Vino a casa llorando, me acordé de tu consejo. Cuando la minita dijo: “Esto no tiene nombre”, le contesté: “Ni apellido tampoco, porque yo me rajo”.
   —Hiciste bien, hijito, no es un buen perfil para el cargo de Canciller que te ofrecieron en Venezuela.
   —Por supuesto, Má, cae de maduro.
   —Haceme caso, buscá una esposa irlandesa, polaca, rumana, ucraniana, esa es buena gente, decentes y fieles. Ni se te ocurra una argentina, ya viste lo que son, ¿Y si le pedís al mafioso que te nombró, que te cancilleree en el Primer Mundo?
   —¡Vieja, sos una genia!
   —Tené cuidado el lugar que elijas, hay bombas en cualquier lado.
   —Madre, en Polonia están acostumbrados, vas a conocer una nuera polaca de primera mano. Me contaron que hay vírgenes por allá ¿Será cierto?
                                                    

No hay comentarios:

Publicar un comentario