sábado, 26 de agosto de 2017

UNA HISTORIA IRLANDESA

                 
   Mi bisabuela, Erin Flanagan y su marido, vinieron de Irlanda por la hambruna de la isla, se ofrecían de voluntarios apoyando la lucha por la Independencia de las Colonias. Internet guarda la historia del mundo en una cajita de escaso tamaño, es tan limitada, me recuerda que la Bisabuela guarda secretos en su lejano pasado, a ella le pido, con su lucidez, responder a mis dudas —¿En serio que fueron bien tratados y les gustaba la guerra?
   —No! Little, pero teníamos tanto hambre y ningún futuro, que elegimos este país. A ninguna persona con corazón se le ocurre la guerra. Peleé con Flanagan, cervezas por medio, birras, como dicen Uds. Hasta que me hacía callar, en aquel tiempo las mujeres cerrábamos la boca. Yo era testaruda, casi lo convenzo, pero la desgracia de conocer al Alte. Brown en persona, era irlandés como nosotros, se alistó y a los pocos meses lo mataron.
   —Me duele, pobre Flanagan.-Dije yo-.
   —A mí me dio bronca y muchos años le guardé rencor. Tenía que mantener ocho hijos ¿Sabés por qué sobrevivimos, Little? Aquí la población era morocha subida. Nosotros teníamos el pelo rubio, ojos celestes y una capacidad laboral que más de un Argent…¡Dios mío, perdón! Aquí me dieron un hogar, como jamás íbamos a tener en nuestra querida Dublín. Las chicas bordaban, tenían talento valorado y bien pago. Los chicos eran casi hijos de su patrón, James, eran notables carpinteros. Un día conocí a James, nos hicimos novios.
   Mis ocho hijos se enojaron con saña e intentaron cambiar mi rumbo. Cuando me casé, James puso la Carpintería a nombre de los chicos, ya jóvenes y responsables. Nació tu abuela…bueno, el resto lo seguirá contando tu madre.
   —Abuelita Erin.-Así le decíamos todos-.Voy a Irlanda el mes que viene, gané una beca con mi trabajo sobre Joyce, son diez días nada más, pero…
   —Mirá querida, ni idea del Joyce ese, espero que sea un buen marido para vos. Te voy a pedir un favor, fotos del lugar donde vivíamos, aunque debe haber cambiado, si no tomá partes viejas, haré de cuenta que fue nuestro lugar. Cuando una cumple 102 años y se ve nublado, imaginaré a Flanagan sentado a mi lado. Beneficios de la ancianidad anciana. Si lo ves no le cuentes de James, porque es muy celoso. Quiero estar sola, Little. Vení cuando tengas las fotos.
                                                           

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