—Una compañerita
del Jardín se puso de novia conmigo. Ni me preguntó si yo quería, pero como soy
un niño lindo y bueno, la invité al Cine.
—Te prohíbo tener
novia, a tu edad mejor lavate los calzoncillitos. Olvidate de tu novia y del
Cine.
—¿Mami, vos
tenés complejo de Esopo?
—En todo caso
sería de Edipo. ¿Quién es Esopo?
—Era un
filo-sofo que contaba cuentos muy bonitos, son ideales para tu edad.
—¿Por qué para
mi edad?
—Para antes de
dormir, me contás alguno que te hayas aprendido de memoria.
—Hijito, si hay
veces que me olvido de ponerme los zapatos, antes de salir a la calle. No puedo
aprender un cuento de memoria. Te puedo contar uno inventado.
—Bueno, Mami,
tratá de ser creativa e inteligente. De eso último olvidate. Dejate llevar.
—¿Te gustó la
fábula?
—Es para los
niños mucho más chicos que yo. Te pregunto de nuevo: ¿No puedo salir con mi
compañerita al cine de la esquina?
—Me dejás sin
siesta. Pero prefiero sacar las entradas y llevarlos yo.
—¿Qué tal la
película, la compañerita? ¿Qué hacen los novios en el Cine?
—¿Cómo querés
saber, todo junto o paso a paso? La película tenía una novia y un novio que
pasaron toda la película haciendo porquerías, en esas escenas yo le tapaba los
ojos a mi compañerita y ella hizo lo mismo, pero me parece que espiaba. Rozamos
nuestros brazos sin despegarnos. Después ella me habló en secreto, dijo que
quería un piquito. Le dije: ¡No, por favor! Soy un niño lindo y bueno. ¿sabés
lo que me contestó?: “Es cierto sos lindo, bueno e imbécil.

No hay comentarios:
Publicar un comentario