lunes, 18 de mayo de 2020

FAMILIAS EQUIVOCADAS


   Me lavé la cabeza, hoy es sábado, me toca. En el balcón, mientras se secaba, me sorprendió verlo con una copa. Vivimos desde hace un tiempo una relación rozada.
   Es el Marido de mi hermana Irene, discuten por el poder, Irene se apodera de todo y cuando gana lo mira con cara triunfal. Las peleas las llevan al balcón y se reprochan toda la vida, a los gritos y “Te mataría”. Creen que desde el balcón nadie escucha y se equivocan como echados de panza. Se escucha en todos los edificios. Gente que sale a mirar “obra de teatro en vivo”.
   Cuando terminé de cepillar mi pelo, bajé a verlo. Lo encontré solo. Saludó con dedos vencidos, seguro que Irene le destruyó la autoestima. Me acerqué a la ventana y resbalé, se me vio la bombacha, Roberto me ayudó a ponerme de pie. Casi sin rozarme, pero donde apoyaba la mano, quedaba hirviendo.
   —Son cosas que pasan en esta casa, donde no existe ningún piso que Irene no lustre, como para resbalar.
   Lo dijo disculpando mi golpe, que no me avergonzara. Rocé los pelitos del sweter, daba electricidad. Él me puso el pañuelo, yo rozaba sus nudillos. Cuando logré levantarme, mi pelo se había enroscado en su cabeza. Con todo dolor nos separamos. Que tiren del pelo de una, duele.
   Apoyados en la baranda, codo a codo, menos medio milímetro, pero me distraje y fui acercando mi brazo, pegándose al de él. Tenía la respiración controlada, lo que no podía controlar eran los latidos de su corazón. Entró mi hermana: —¿Qué pasó?
   —No pasó nada, ¿qué va a pasar?
   —Tenés el vestido trepado hasta la cintura y están los dos despeinados, parece que hubieran curtido. Espero haberme equivocado.
   Con una sonrisa hipócrita: —Te llaman de tu casa.-Dijo Irene-. Después nos vemos.
   Hice cuatro escalones. Estaban en el balcón y ella le gritaba que yo afanaba Maridos.
   —Si yo me acuerdo, de chica era bastante putita, pero si no me casé con ella, ahora me arrepiento, no lo agrandes, a todos les pasan esas cosas. A mí me da más placer mirarla de lejos, a hacer el amor en el balcón. Mirá tu hermana, se calentó conmigo y ahora coje con su Marido. Mirá cómo disfruta, seguro que piensa en mí, mientras está en otra cosa.
   —¿Y esto sucedió ahora?
   —Fue desde el principio, los amores que no se concretan, duran toda la vida. 

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