—Esta clase será
una exposición acerca del Marqués de Catapultala, ¡quiero silencio! Si tienen
ganas de gritar, vuelvan a sus casas. Se sientan derechos, vista al frente y
oído atento.
—Srta, mire!
Abajo un micro pisó tres chicos, el micro se fue rajando, los pobres no se
mueven, están tirados en la calle, cubiertos de sangre y nadie los socorre.
La Maestra no
puede detener una sonrisa, tres chicos menos, son tres problemas menos.
—Bueno, vuelvan
a sus asientos, si vieron eso es que no estaban prestando atención. El Marqués
de Catapultala, fue el primer científico de la Historia que descubrió, hace
apenas unos días, que la Tierra es plana.
—Disculpe que la
interrumpa, Seño, pero no puedo sentarme derecho, porque el banco tiene una
pata mucho más corta que el resto. ¿Qué hago?
—Alumno Santillán,
siéntese en la ventana, sin mirar hacia afuera, porque le puede dar vértigo y
caer. Otra cosa, Santillán, no se dice “pata”, se dice “pierna” y no quiero que
me interrumpan más. Como les decía, el Marqués de Catapultala, Dr en Física,
Química, Historia, Geografía y Ganador del Premio Nabol de este año. Si él dijo
que la Tierra es plana, no hay duda, es plana. Yo les propongo media hora de
silencio, como duelo por nuestra querida, finada, Tierra redonda. Controlo el
tiempo, si esta media hora no se cumpliere y alguno hablare, el castigo será
una abeja viva, adentro de la boca, los labios permanecerán cerrados, con
abrochadora, para que no la escupan.
Se hizo un
silencio tumbero. Al cabo, el niño Santillán, que era mal alumno, pero ningún
boludo, dijo:
—Srta, pasó más
de una hora, me parece que Ud, está abusando de todos nosotros.
—Tengo testigos,
Santillán, yo no le toqué el culito a ninguno de ustedes, por eso me doy
sobreseída de abuso. Sigamos, el Marqués de Catapultala, logró otros
descubrimientos. El primero alertó que la fisura desembocaba en el agujero
negro. En cuanto al lenguaje inclusivo, era una estupidez ofensiva, que cayó en
el olvido. Espero que les haya resultado interesante mi exposición.
—Toc, toc.
Era la encargada
del material didáctico, que nunca existió.
—Srta, no quiero
interrumpir sus pensamientos, pero hoy era un día de huelga y no asistió un
solo alumno, ni Maestros. La Escuela está vacía.
Ando mal de la
cabeza, le hablé a nadie.
Una
manifestación, abajo, con carteles que decían: “La Maestra Siracusa es
carnera.” “Que te echen de la escuela, gorda traidora”.
Entre los
manifestantes estaba el Marqués de Catapultala, gritando:
—Que se vayan…!
Que se vayan…!
Estaba
convencido, que se encontraba frente a la Intendencia, que había robado los
cuadros del Museo, único patrimonio del Tandil.
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