—Mami, me
dijeron que los hoteles alojamiento están cerrados. ¿Por qué los cerraron?
—Para que no
contagien el Covid 19, haciendo esas porquerías.
—¿Qué
porquerías? ¿Las que se tiran a la basura?
—Niño lindo y
bueno, no me preguntes más, acá cerca hay tres y están funcionando.
—¡Viento!, Mami,
por fin los voy a conocer, me parece que soy un poco más grande y ya puedo.
—Cuando venga tu
Padre le voy a contar todo lo que dijiste.
—Él te va a
contar que su mejor amigo, va todos los días y su Mujer no sabe, pero sospecha.
Le pidió un favor, cuando él esté en el telo, va a decir que está con Papá.
—¿Vos lo
escuchaste niño lindo y bueno? Porque me estoy volviendo loca de tanto estar
loca.
—Siempre estuviste loca, hasta yo me di
cuenta.
Llegó Papi y le
pidió perdón, una vez por semana visitó el alojamiento, para acompañar a su
amigo. Yo no le creí y me parece que Mami tampoco.
—Papi, ¿por qué
mentís?, si vas todos los días.
—Y bueno, no
miento, salgo todos los días con la Mujer de mi amigo. Me pide que la abrace,
que le dé besos. Se nota que necesita cariño. Igual no pasa de ahí. A veces
pasa sin que nos demos cuenta. Es de vez en cuando. Se siente sola con esto del
Covid. No me puedo negar, soy un caballero, ella es un desahogo para mí.
Dijo Mami:
—¿Cómo vas a
sincerarte delante del niño?, sos un animal.
—Por mí no se
preocupen, la niña del amigo de Papá, es tan linda y tan buena, que la voy a
invitar a jugar al cuarto oscuro. Igual, no pasará de ahí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario