lunes, 22 de agosto de 2022

LA LUZ MALA

 

   —Güenas y Santas, Don Acevedo, no terminé mi trabajo, pero lo sigo mañana.

   —Si son buenas no son santas, ¡jah! Usted se ha equivocado, veo que no lo terminó como habíamos convenido. Sigue mi consejo pero al revés, no dejes para hoy lo que puedes hacer mañana. Eso lo digo yo en rueda de amigos, pero usté es personal contratado y hasta debe trabajar o lo dejo de respetar. Además se dice “buenas”, con b larga.

   Agaché la cabeza:

   —¿Sabe que ando medio sordo?, ¿qué letra es b?, no la conozco, no tengo estudios.

   Se exasperó don Acevedo:

    —Es fácil, b de boludo, úselo como una regla nemotécnica.

   —Patrón, no me hable en difícil, le voy a entender menos de lo que entiendo. Pero yo hago de todo, Patrón, le cebo mate cuando amanece, preparo lo que va a comer, le lavo la ropa, es trabajo de mujer. Suelto los animales, ordeño las vacas a mano, le doy maíz a las gallinas. Y además es difícil sacar murciélagos podridos del entretecho. Tengo la nariz lastimada de ponerme un broche en la nariz, para que ese olor no se meta en mis pulmones.

   Me llevó dos días quitar los cadáveres de murciélagos. Hasta le pasé cera Suiza y lustré el entrepiso de rodillas. Don Acevedo me felicitó y me pagó con aumento, cinco pesos de aumento.

   Parece joda lo que me hace el patrón, pero qué le voy a decir, tiene su propio castigo, se han cerrado las exportaciones y eso le hace mierda el capital, que antes era su orgullo y ahora su humillación. 

   Su casa está quedando vacía, vendió hasta la vajilla y duerme en el piso.Flaco está el Don Acevedo, se fue la mujer y sus hijos ni lo visitan ni lo llaman. Hay goteras, hace frío, se terminó el combustible.

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