Colocas todos tus zapatos en el freezer, es el único modo que tienes para no salir de tu casa. Limpia como la luna y brillante como el sol. No enceguezcas o vas a retornar a tu poltrona.
La felicidad
está en el bosque, no en la escoba. Si tus ganas de barrer las hojas y juntar
soretes de perro son incontenibles, allí mismo, en camisón y pantuflas te montas en la escoba y sobrevuelas la city
porteña, que es gris pero tiene cientos de arbolitos. Todos ellos mirarán hacia
arriba y notarán que no llevas calzones. Te sentirás feliz. No permanezcas
quieta en el aire, porque te harás mierda contra los cedines y los dólares
azules. Éstos no te harán feliz. No te quedes quieta y callada. Ábrete de
piernas y algún infeliz entrará en tu cuerpo para destapar tus cañerías
obstruidas. Notarás una felicidad breve, si miras la hora no le darás
importancia porque tocarás el cielo con las manos. Poco a poco sentirás el
movimiento perpetuo de la vida. Fe, fe, fe, feliz. Para ser más feliz aún
inscríbete en cursos de payaso. Cursillos de cómo viajar, aunque el Milei te lo
impida y la estúpida te lo prohíba.
Tienes una plaza
frente a tu casa. Los niños que no te dejaban dormir siesta y tú los odiabas. Ahora
sal a jugar con ellos con unas buenas zapatillas marca Mileydi que te
permitirán ganar todos los partidos.
Cuando te quedes sin aire vuelve a tu casa. Abre el freezer, saca tus
zapatos rojos, ponlos en el microondas hasta que estén tibios. Ponte calzas
negras, el suéter rojo de tus doce años y un exagerado push-up por debajo.
Mírate en el espejo, date un beso mientras sueltas tu pelo enrodetado. Quererte
a ti misma te hará feliz. Camina hacia un café, pides un cortado y prende un
cigarrillo. El mozo pedirá que lo apagues. Enfurécete y vete sin pagar,
taconeando fuerte. Nadie te dirá nada, el asombro paraliza.
La felicidad es
un revólver ardiente, decían los Beatles. Entra en una librería, saca el arma y
compra mi libro “Breviario para mujeres atascadas.” Evitas así, pagar el
ejemplar. Léelo de inmediato, serás feliz tú y seré feliz yo. Estoy traducido a
varios idiomas. Recomiéndame a todas tus amigas. La felicidad será completa,
para todos. Cuando vuelva de mi viaje a Kuala Lumpur quiero verte. De tanto
hablar contigo me enamoré como un gilipollas. Nos casaremos y seremos perdices.
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