domingo, 16 de junio de 2024

MAGENTA

    Como las cortinas de un rancho, entra el aire y ellas se inflan y remontan el calor y las moscas.

   Una silla de mimbre cliqueando con alguien de ojos entornados.

   Un olor a frito, a cocina económica, a mate, a kerosene, a caca de gallina, a puchero antiguo, a leche cortada, a grapa Valle Viejo, a vino patero, a pis de gato. Olores universales, más espaciosos que un rancho.

   Un chico entra por la cortina más delgada, se enrosca, logra desanudarse y se sienta en una silla de paja, bajita. El chico pregunta al abuelo si le puede contar un cuento de fantasmas.

   El abuelo sonríe y con los ojos cerrados, comienza una historia.

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