Los mellizos recibieron como regalo dos
motos Harley Davidson. Eran de un Tío viejo que no los usaba más. Le dio un
poco de tristeza desprenderse de las motos, pero qué mejor que los sobrinos
para continuar la vida de ellas.
Siempre andaban con drogas de todo tipo,
iban fuertes, se llevaron dos viejas puestas y huyeron. Venía una señora con
dos niños en un carrito y a ellos también les pasaron por encima y huyeron.
Sabían subir escaleras y bajarlas, también
saltaban en el aire. Hasta que empezaron a competir entre ellos a ver quién
llegaba primero. Sin darse cuenta pasaron la barrera y ocurrió lo inesperado,
atropellaron una mujer.
─Por curiosidad voy a ver de qué se trata.
Era su propia Madre, uno de ellos la
lloraba, el otro mellizo le dijo:
─Las motos están sanas, hasta nuestros
cascos quedaron enteros. Tenemos que festejar.
─¿Cómo vas a festejar la muerte?
─Nuestras Harley sobrevivieron a todo, ¿cómo
va a ser más importante nuestra Madre que las motos?
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